El piloto letón de M-Sport ha sido sin duda la estrella del fin de semana en Arabia.
Llegaba a la última cita del año con unos resultados muy pobres. Después de sus espectaculares actuaciones en 2024, todo el mundo esperaba ver más de Mārtiņš Sesks este año, con un programa parcial adaptado perfectamente a él y con más kilómetros en un Rally1.
Lo cierto es que en las seis pruebas anteriores que había participado ni Sesks ni el Ford Puma parecían a la altura de lo conseguido el año pasado. Su mejor resultado se saldaba con un sexto en Suecia en la primera participación de la temporada, pero por una u otra razón en el resto de Rallyes no conseguía demostrar su potencial.
Con sus patrocinadores junto con M-Sport hacía el esfuerzo de sumar una cita más a la temporada, el nuevo Rallye de Arabia Saudí, una prueba que le tocaba descubrir a todos los pilotos por lo que Sesks aquí estaría en igualdad de condiciones.
Brillante desde el primer tramo hasta los pinchazos.
Desde la primera superespecial Sesks parecía otro, muy por delante de sus compañeros de equipo y peleando con los mejores. En el primer bucle, aprovechando que los tramos se limpiaban una barbaridad con el paso de los coches, Mārtiņš Sesks conseguia dos scratch, los primeros de la temporada, y se coloca lider de un Rallye del WRC por primera vez en su carrera. La tarde no sería tan sencilla, arrancaría eso si con un nuevo scratch en el SS5, pero un pinchazo en el siguiente le hacía perder el liderato y acabar el día 3º, por detrás de Fourmaux y Pajari eso si, a sólo 6,9 del liderato.
El segundo día de competición es la demostración de que Mārtiņš Sesks estaba aquí para pelear la victoria. En un día donde el orden de salida ya no era tan relevante, el letón en el primer bucle era más rápido que Fourmaux y Pajari, superando al finlandés en la clasificación y quedándose a sólo 2,9 de Fourmaux. En el segundo bucle realizaba dos exhibiciones distintas, en el segundo tramo, el más largo del día, marcaba un scratch monumental, superando al segundo que era Neuville en 8 segundos y se aprovechaba del pinchazo de Fourmaux para situarse líder con 22,1 sobre el francés.
La segunda exhibición vendría en el siguiente tramo cuando tenía que hacer más de medio tramo pinchado y arriesgaba el todo por el todo sin parar y sabiendo que se estababa jugando su Rallye. El letón se subía por las paredes para intentar perder el menor tiempo posible, 54 segundos cedía en meta, pero salvaba el liderato para el último día por una penalización a Fourmaux, eso si Neuville estaba a sólo 3,4 segundos.
Todo lo que había salido bien hasta ahora, exceptuando dos pinchazos pero que no le había obligado a detenerse, se torcía para el joven de M-Sport el último día. Después de un primer tramo en el que cedía el liderato, según sus declaraciones por ser demasiado cauteloso, en el segundo salía a jugarse el Rallye con Thierry Neuville, pero en el tramo más largo del Rallye el letón pinchaba dos veces y sufría problemas de motor en el Puma. Adiós a todas las opciones de buen resultado y optaba por abandonar. La caras de Richard Millener y Malcolm Wilson en el Motorhome de M-Sport eran un poema, pero nada pueden hacer por el Rallye de Sesks.
El letón abandonaba antes del último tramo, pero el fin de semana ha sido probablemente el de su consolidación en el WRC. Sus intenciones eran claras, demostrar que lo de Letonia 2024 no era un espejismo, y que podía ser rápido también fuera de su país, y lo ha conseguido.
Ahora toca esperar a que le vendrá para 2026, pero sabemos que la última sensación siempre es la más importante, y Mārtiņš Sesks ha dejado a más de uno boquiabierto. Un programa completo parece complicado, su gran déficit es el asfalto, pero un programa parcial parece que puede volver a ser su hoja de ruta. Cambio de equipo? Puede ser, hay voces que así lo dicen. Saldremos de dudas en poco tiempo.
Borja Romero
