Todos temían la visita del Campeonato del Mundo de Rallyes de la FIA a Arabia Saudí. Un rallye completamente nuevo en el WRC y que además decidiría un título Mundial, con Evans, Ogier y Rovanperä entre los implicados.
Y esos temores no han tardado en confirmarse. El final todos lo sabemos, Neuville se ha llevado el Rallye y Sebastien Ogier se ha llevado el título, haciendo historia al empatar con 9 coronas con su compatriota Loeb, haciéndolo además con un " programa parcial " que se ha convertido en " total " cuando ha visto la posibilidad de ser Campeón del Mundo.
Pero para llegar a la resolución final en Arabia se han vivido tres días de rallye de auténtico infarto y un tanto caótico en lo que a competición se refiere. Evans llegaba al final de la temporada con una estrecha ventaja de tres puntos sobre Ogier, con Kalle Rovanpera, que disputaba su última cita del Campeonato del Mundo de Rallyes de la FIA antes de pasar a las carreras de circuito el próximo año.
Las impredicibles condiciones del Rallye de Arabia Saudí convertiría la ronda final en una lotería. La mezcla de tramos desérticos arenosos y caminos extremadamente rocosos generó un efecto de limpieza de carretera mucho más exagerado que afectó especialmente a los contendientes al título y provocó múltiples pinchazos, ya que toda la categoría Rally1 sufrió al menos un pinchazo o una delaminación.
Ogier fue el que mejor se desenvolvió entre los aspirantes al título el jueves, ubicándose séptimo por delante de Rovanpera, que perdió tiempo por un pinchazo en el cuarto tramo. Evans afrontó lo peor de la limpieza de carretera, que curiosamente no mejoró demasiado en la segunda pasada por los tramos. El galés cedió 12.8s ante Ogier tras ser demasiado cauto en el tramo dos y dejarse unos buenos segundos al saltarse un cruce en la cuarta especial, antes de terminar el día en noveno lugar.
Elfyn Evans siguía teniendo dificultades para encontrar un buen ritmo el viernes, antes de que su intento por el título sufriera otro golpe cuando se vio obligado a detenerse para cambiar una rueda en el tramo 11, lo que le costó más de dos minutos y lo relegó al décimo puesto. Rovanperä también perdía tiempo por un pinchazo, aunque lograba evitar detenerse para cambiar la rueda.
La lucha por el título daba otro giro por la tarde con los pinchazos de Pajari y Tanäk que habían estado en la lucha por la victoria durante todo el rallye. Ambos estaban igualados en el tercer puesto, 6.3s detrás del líder Adrien Fourmaux y del impresionante Martins Sesks, en su regreso a M-Sport-Ford. Finalmente el piloto estonio de Hyundai sufriría tres fallos de neumáticos más y abandonaba esta jornada para reengancharse el sábado.
Esto aupaba a Ogier al sexto puesto, pese a ser uno de los seis equipos que sufrieron un pinchazo en la especial de Wadi Almatwi y que ponía el rallye patas arriba. Kalle Rovanperä ganaba ese tramo para subir al quinto puesto general, mientras que Evans terminaba el día en octava posición, viendo como se desvanecían, una vez más, sus opciones de ser Campeón del Mundo.
La lucha por la victoria del rallye era también un auténtico drama. Sesks se aupaba al liderato en su regreso al WRC ganando dos de los tres tramos del jueves y estuvo a punto de conseguir un pleno de no haberse pasado el mismo cruce en el que Evans se dejaba algunos segundos. Pero Sesks perdía el liderato ante Pajari, como no, por un pinchazo en la rueda trasera derecha en la sexta especial, mientras que una delaminación de neumático para Pajari permitió que Fourmaux tomara una ventaja de 6.0s sobre él. Sesks estaba a apenas 0.9s más atrás, pero por delante de Tanak y de Neuville.
Fourmaux aumentaba su ventaja a 7.8s el viernes por la mañana antes de que un brazo de suspensión trasera dañado redujera su ventaja a 2.9s frente al rápido Sesks. Distraído por el polvo del recuperado Pajari tras su pinchazo en el tramo 13, Fourmaux calculó mal un cruce y cedió el liderato a Sesks. Ambos sufrieron pinchazos en la decimocuarta especial, con Sesks perdiendo más tiempo que Fourmaux, lo que dio a este último una ventaja de 2.4s. Sin embargo, esta duró poco, ya que Fourmaux recibió una penalización de un minuto por entrar al último control horario un minuto antes, lo que lo relegó al cuarto puesto detrás de Sesks, Neuville y Katsuta.
Esto significaba que Sesks comenzaba los últimos tres tramos con una ventaja de 3.4s sobre Neuville. El belga lograba superar a un prudente Sesks en el tramo 15 por 2.0s antes de que este último sufriera un doble pinchazo y un problema técnico en el tramo 16 que le obligaba a abandonar y le daba a Neuville una ventaja de 54.7s sobre Fourmaux. No fue el único drama ya que Katsuta perdía más de un minuto por un vuelco, mientras que Rovanpera tuvo que detenerse para cambiar una rueda.
Ogier lanzaba un ataque y lograba su primera victoria de tramo del rallye al heredar el tercer puesto en medio del caos. Evans subía al sexto lugar pero se quedaba a 9.1s de Ogier en la clasificación del Super Sunday. Los dos estaban separados por cinco puntos antes del Power Stage. Evans atacaba y se llevaba la Power Stage para terminar sexto en la general, pero no era suficiente para negarle a Ogier su novena corona mundialista y entrar en el libro de la historia del Campeonato del Mundo de Rallyes de la FIA, igualando a Sebastien Loeb con NUEVE TÍTULOS.
Alberto Novoa.
