Los hermanos lucenses, Pedro y Marcos Burgo, protagonizaron el viernes y ayer sábado, una extraordinaria actuación, pilotando el Ford Fiesta S2000, del Nupel Global Racing, con el que había iniciado la temporada los hermanos Vallejo, y con el que Xevi Pons y Alex Haro, lograran un espectacular triunfo hace poco más de un mes, en el “43 Rallye de Ourense”.
Los Burgo se proclamaron ayer subcampeones del “41 Rallye de Ferrol”, sexta prueba puntuable para el Campeonato de España de Rallyes de Asfalto, en la que se impuso el asturiano Berti Hevia, revalidando de esta forma el título que ya había logrado en la pasada temporada, con su Skoda Fabia. Los integrantes del Nupel Global Racing, Adrián y Cesar Díaz, lograron la segunda plaza en la categoría R2.
El Rallye ferrolano, que se disputó a lo largo de dos etapas, fue de dominio total y absoluto de Hevia y Burgo, los cuales no dieron opción alguna a sus rivales, y aunque al final la carrera se decantó por estrecho margen a favor del piloto asturiano, los hermanos Burgo han realizado un Rallye extraordinario, como lo prueba el hecho de que pese a ser la primera vez que se montaban en el Ford Fiesta S 2000 del Nupel Global Racing, no sólo conquistaron el subcampeonato final, sino que marcaron el mejor tiempo en tres de los ocho tramos de los que constó la carrera.
En la primera jornada del Rallye, en la tarde noche del viernes, los hermanos Burgo, no sólo hicieron el mejor tiempo de todos los participantes en dos de los cuatro tramos -el segundo y el cuarto-, sino que tras los dos primeros, los lucenses pasaron a encabezar la clasificación general, finalizando la primera jornada de la prueba en segunda posición, a tan sólo siete segundos y cuatro décimas de Alberto Hevia, con lo cual las espadas quedaban en todo lo alto para la segunda y definitiva jornada disputada en la mañana de ayer.
El quinto tramo del Rallye, con el que se abrió la segunda etapa del mismo, Pedro Burgo fue segundo tras Senra y por delante de Hevia, al que recortó prácticamente dos segundos, por lo que se situaba en la clasificación general a 5,5 segundos del primer puesto de la misma, a falta de tan sólo tres tramos.
El Rallye quedó prácticamente decidido en el sexto tramo, Monfero-Monfero, de 25,26 Km. ya que los Hermanos Burgo tuvieron un problema con los neumáticos, y ello trajo como consecuencia que perdieran 20 segundos con respecto a Alberto Hevia, que a partir de entonces vió ya con mucha más tranquilidad la posibilidad de revalidar el título logrado el pasado año. No obstante en el penúltimo tramo los tiempos de Hevia y Burgo volvieron a ser similares, con lo que se llegó al último del Rallye, y aunque en el mismo partía con importante ventaja Alberto Hevia, éste no se fió ni lo más mínimo de Pedro Burgo, por lo que en lugar de salir a conservar la ventaja, rodó muy fuerte para no verse sorprendido, y ello estuvo a punto de costarle el Rallye, ya que sufrió una salida de la carretera, aunque le acompañó la fortuna, y además de perder muy poco tiempo, pudo acabar el Rallye y alzarse vencedor del mismo, si bien el mejor tiempo de este último tramo lo marcó Pedro Burgo, curiosamente en la segunda pasada por Monfero – Monfero, después de que como indicábamos anteriormente, en el primer paso por el mismo, había perdido 20 segundos, que al fin y a la postre fueron los que decidieron el Rallye. Quedó claro pues, que de no haber sido por el error padecido en la elección de los neumáticos en el citado sexto tramo, Pedro y Marcos Burgo, pudieron haber sido los vencedores de este Rallye ferrolano.
ADRIAN DIAZ
Muy meritoria la carrera realizada por el joven piloto del Nupel Global Racing, Adrián Díaz, quien además de ocupar la segunda posición en la categoría R 2 con su Ford Fiesta R2, ocupó al final el undécimo puesto de la clasificación general absoluta, pese a que en la lista de inscriptos figuraban muchos vehículos más potentes que el Ford Fiesta R 2.
El Rallye de los hermanos Adrián y César Díaz, ha sido una vez más muy regular, yendo de menos a más, hasta lograr el espléndido puesto alcanzado, el cual incluso pudo haber sido mejor, puesto que alguno de los coches clasificados por delante del lucenses, en un hecho insólito en el mundo de los Rallyes, “atajó” en un tramo restando muchos segundos al cronómetro, si bien los comisarios no actuaron en esta ocasión de oficio, y al no haber reclamación de ninguno de los equipos participantes, la antideportiva actitud de los atajadores, no tuvo la sanción que en buena lógica les correspondía.
MARTA SURIA
La piloto del Nupel Global Racing, Marta Suria y su copiloto Mario González, a bordo de su Ford Fiesta R 2, no tuvieron suerte en el Rallye ferrolano, puesto que pese a estar realizando una vez más una espléndida carrera, no pudieron concluir finalmente la misma, por problemas padecidos en el cambio de su vehículo, los cuales les obligaron a abandonar la prueba.
PEDRO BURGO
Muy satisfecho se encontraba el piloto lucense al término del Rallye ferrolano, y no era para menos, puesto que el segundo puesto alcanzado por Pedro Burgo y su hermano Marcos fue tremendamente meritorio. Pedro, en línea de meta, hacía la siguiente valoración de la carrera:
“Estamos muy contentos con este segundo puesto, y más satisfechos aún por haber podido disfrutar de este espléndido vehículo. El Ford Fiesta S 2000 es una pasada, una auténtica maravilla, y ello que apenas habíamos podido familiarizarnos con él, pero es un auténtico coche de carreras, y con él todo es más fácil”.
Añadió Pedro Burgo: “Quiero agradecer públicamente el apoyo que nos ha brindado una vez más Jorge Dorribo, el cual me ha permitido vivir uno de los momentos más felices de mi vida deportiva, por lo que siempre le estaré agradecido…”
En cuanto a su lucha por el primer puesto, Burgo manifestó: “Ha sido un sueño, puesto que me parece increíble el haber estado “a ellas” con un piloto como Alberto Hevia, tratándole de tú a tú en todo momento, y con posibilidades incluso hasta el final, habiendo sido una lástima el error que tuvimos a la hora de la elección de los neumáticos antes del sexto tramo, cuando optamos por un compuesto demasiado blando, que perjudicó ostensiblemente nuestro rendimiento, y de ahí los 20 segundos que perdimos en el mismo, los cuales fueron decisivos”.
n.p
