En un rallye muy propicio a los potentes vehículos GT, el objetivo principal de Alberto Hevia era conseguir el mejor resultado posible que le mantuviera en la lucha por el título nacional frente a su máximo oponente, Miguel Fuster.

 

Con esta premisa, la primera jornada del rallye no hizo más que confirmar la supremacía de los GT, que ocuparían las tres primeras plazas de la clasificación general a final de la primera sección, con Hevia en la cuarta posición provisional. Pero aún así, Hevia y Álvarez siguieron intentando no distanciarse del trío de cabeza, consiguiendo ganar el cuarto tramo de la jornada, llegando al final de la primera etapa en la misma cuarta posición, detrás de Fuster, Vallejo y Pons, pero reduciendo la diferencia con respecto a este último, del que sólo le separaban 1,5 segundos, que trataría de recuperar en la jornada dominical.

El primer tramo cronometrado del domingo continuó con la misma tónica del día anterior, con Alberto Hevia defendiendo su posición, pero en el primer paso por el nuevo tramo de Posadas – Hornachuelos, a poco más de un kilómetro de la salida Hevia y Álvarez se salían de la carretera, sin consecuencias físicas para ellos, pero viéndose obligados al abandono de la carrera.

El piloto asturiano no podía ocultar su decepción tras su retirada: “Sabíamos que este era un rallye poco propicio para nosotros, pero íbamos manteniendo nuestra posición detrás de los GT, sin tomar riesgos excesivos. Aún así, no hemos podido evitar la salida de carretera que nos ha obligado a abandonar. No sé porqué, pero el Rallye Sierra Morena parece maldito para nosotros, ya que no hay forma de que podamos acabarlo. Lo siento mucho por Škoda, por todos nuestros patrocinadores y por todos aquellos que nos siguen incondicionalmente. Ahora no podemos hacer otra cosa que mirar adelante y prepararnos para la última carrera del año en Madrid”.

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