El equipo Hyundai Shell World Rally Team implicado en una apasionante batalla por el podio en el Rally de Alemania.

Hyundai Motorsport ha obtenido un extraordinario doblete en el Rallye de Alemania, que ha concluido con los dos i20 WRC de Thierry Neuville-Nicolas Gilsoul y de Dani Sordo-Marc Martí, en las dos primeras posiciones respectivas de la carrera. Este resultado es de una enorme importancia para el equipo coreano y para el propio WRC.

Nadie hubiera apostado por muchas de las cosas que han sucedido en este rally alemán, que se ha mostrado difícil e impredecible. En tercera posición han terminado Andreas Mikkelsen-Ola Floene, que en cierta forma han salvado el honor de Volkswagen, que sigue sin ganar el rally de casa.

Que Sébastien Ogier se saliera por dos veces en dos etapas y se retirara; que Jari-Matti Latvala hiciera lo propio el último día cuando tenía el rally prácticamente controlado; y que el heredero de dicha posición, Kris Meeke (Citroën), también se saliera justo cuando se había izado a la primera posición, se escapa a toda lógica. Pero lo cierto es que todo esto ha sucedido y que gracias a ello el equipo Hyundai Motorsport, con sus dos pilotos Thierry Neuville y Dani Sordo, ha logrado no tan sólo su primera victoria, sino que también su primer doblete en el WRC.

Las seis especiales del primer día eran dominadas completamente por los dos pilotos de Volkswagen, con tres scratch para cada uno de ellos, Sébastien Ogier y Jari-Matti Latvala. De todos modos, la etapa no terminaba con ambos coches en primera posición, sino que era el finlandés el solitario líder, dado que por detrás estaban el Citroën DS3 de Kris Meeke y el Hyundai i20 de Dani Sordo. ¿Qué había pasado? Pues que Ogier había tenido una salida de pista en Moselland, última especial, viéndose obligado a retirarse y arruinando así sus posibilidades de victoria. Por parte de Dani Sordo, al salir muy retrasado se encontraba bastante suciedad en el asfalto, por lo que su tercera plaza, a 42 segundos largos del primero en la clasificación, era un buen resultado.

En realidad, los contratiempos para Sébastien Ogier no habían hecho más que empezar con este inesperado incidente. Al segundo día salió con casi 10 minutos de retraso y se supone que en su afán por recuperar terreno, en el segundo tramo sufría una dura salida contra el raíl de protección, lo que representaba no tan sólo el punto final a su actuación, sino que obligaba a cancelar la especial, todo un cúmulo de contrariedades que sin duda no entraban en las previsiones de nadie.

Con todo, y tras un magnífico scratch de Robert Kubica en la húmeda primera especial del día, Latvala proseguía con su demostración consolidando su plaza de líder, al tiempo que Thierry Neuville lograba desbancar del podio provisional a un Dani Sordo cauto pero regular en las primeras posiciones, y amenazando además al rápido DS3 de Kris Meeke, que seguía segundo.

El segundo giro, difícil a causa del diluvió que cayó a poco de empezar, lo iniciaba Latvala con un nuevo scratch, en tanto que en la segunda especial era el sorprendente Kubica el que lo marcaba, ligeramente beneficiado por una pista algo más seca al arrancar antes que los tenores, en tanto que Sordo era víctima del aquaplaning y perdía un puñado de segundos. Los dos últimos tramos no se le escapaban a Latvala, que de este modo terminaba el día con una confortable renta de 56,6 segundos sobre Meeke, de 1 minuto sobre Neuville y de 1’26” sobre Sordo. Como en Finlandia, Kris Meeke estaba materializando una buena actuación.

El tercer y último día ha revestido toda la épica que en otras carreras se ha echado en falta. Cuando disponía de 1 minuto de ventaja y a falta de cuatro especiales, Jari-Matti Latvala se salía de la carretera en Dhrontal, dejando que Kris Meeke y Thierry Neuville se jugaran el triunfo. El de Citroën marcaba el scratch en el primero, pero se salía en el segundo, Grafschaft, por lo que el Hyundai i20 WRC de Neuville heredaba una posición que ni el propio piloto soñaba unas horas antes. Las dos últimas especiales han sido de control total para la armada coreana, que entraba en Trier a lo grande venciendo la carrera contra todo pronóstico.

Andreas Mikkelsen, tercero, salvaba un poco el honor de Volkswagen al subir a la parte baja del podio, en tanto que los Ford Fiesta de Elfyn Evans y Mikko Hirvonen terminaban a continuación. Con todo, se rompe la racha invicta de Volkswagen, primera vez esta temporada que no ganan los Polo, y gran première para unos Hyundai que no paran de mejorar.