
Debutó en el WRC en 2002 y ha pasado la mayor parte de su carrera corriendo para Ford, además de un año en Subaru en 2004 y dos temporadas en Citroën en 2012 y 2013. Este año ha regresado a Ford como piloto principal del M-Sport World Rally Team.
“Tengo tantos recuerdos increíbles de las últimas trece temporadas. He viajado por todo el mundo, he conocido algunas personas fantásticas y me ha gustado cada rallye y cada pelea que he tenido con algunos pilotos excepcionales. He ganado y he perdido, pero voy a mirar hacia atrás en estos momentos en los que finalizo mi trayectoria con una gran sonrisa en mi cara”, ha añadido.
Hirvonen se ha reservado un agradecimiento especial para su copiloto Jarmo Lehtinen, que le ha copilotado en todos los rallyes menos en dos.
“Ha sido un privilegio trabajar con Jarmo y nada de esto hubiera sido posible sin él. Nos conocimos por primera vez en el aeropuerto de Helsinki en 2001, antes de volar a Italia, donde estábamos destinados a correr nuestro primer rallye juntos”.
“Fue el comienzo de una gran amistad. Trece años llenos de risas, aventuras, triunfos, derrotas y pasiones, eso es todo lo que hemos experimentado juntos”.
Hirvonen tuvo la mala fortuna de que su mejor momento como piloto coincidiese con la época del nueve veces Campeón del Mundo, Sébastien Loeb, disfrutando ambos de una gran rivalidad.
“Fueron las mejores peleas y las que más me gustaron, ya ganase o perdiese. Seb era un compañeros de equipo y rival por el que yo tenía, y sigo teniendo, mucho respeto y creo que el sentimiento es mutuo”, ha agregado.
wrc.com
Alberto Novoa