El piloto de Volkswagen, Sebastien Ogier, acudía a Argentina con la intención de seguir su racha triunfal esta temporada, tras imponerse en Montecarlo, Suecia y México. El francés ya había demostrado en el shakedown que venía a por todas, además marcando también el mejor crono en la primera superespecial, disputada por las calles de Merlo.

 

Pero todo se le ha truncado en la primera especial del día, Agua de Oro-Ascochinga y sus casi 52 kilómetros. Ogier se ha visto obligado a parar en mitad del tramo por problemas en el motor de su Polo R WRC. 

Aprovechando el infortunio de Ogier, ahora se abre al veda para llevarse al victoria en la cuarta cita del WRC, y de momento el piloto de Citroën, Kris Meeke, es quien lidera. Aunque el norirlandés tambiém ha sufrido lo suyo, ya que se ha quedado sin freno de mano, haciéndole la conducción más díficil en las zonas de horquillas, y en los últimos kilómetros, donde el polvo en suspensión no le permitía una clara visión de la especial.

Ogier y Meeke no han sido los únicos en sufrir enla especial de apertura de Argentina. Sordo se h aquedado sin dirección asistida, su compañero de equipo Neuville, ha pinchado después de golpear una roca, Mikkelsen ha perdido mucho tiempo al sufrir un trompo.

Alberto Novoa

foto: citroën racing