Hyundai ha tenido un duro y a la vez competitivo debut con el i20 R5 de nueva generación en el Tour de Corse, Rallye de Francia, ya que una fuga de agua dejó a Kevin Abbring fuera de combate durante la tarde de la segunda jornada de la cita francesa.
Las largas especiales, por las que es famoso el evento de Córcega, fueron una dura pista de pruebas para el nuevo coche. Abbring fue el tercero más rápido en el WRC2 en la primera jornada del rallye. En un día sin asistencia al mediodía, el nuevo coche finalizó los 160 km. Tras hacer algunas mejoras en la configuración del coche durante la asistencia del final d etapa, el piloto holandés demostró un ritmo más alto en la mañana del sábado.
Con la disputa de la quinta especial se procedía al inicio del itinerario del segundo día. Durante el tramo La Porta – Valle di Rosina, de 54 km, Kevin y el i20 R5 de nueva pudieron igualar los tiempos de los competidores WRC2 más experimentados. Lo mismo ocurrió en el tramo SS6, Novella – Pietralba, de 30 km, hasta cerca de la meta, donde un pinchazo y daños a la suspensión retardaron el ritmo del holandés.
Aunque Kevin y su copiloto Seb llegaron al parque de asistencia de Bastia tarde, tras realizar un arreglo temporal en la carretera, el equipo tomó la decisión de reparar el coche, y volver a la carrera por la tarde.
La caravana del rallye volvía a visitar las especiales de la primera sesión matutina y los tiempos iniciales prometían una recompensa para el equipo. El i20 R5 de nueva generación era el más rápido entre los competidores del WRC2 al principio de la etapa. Pero desgraciadamente, una fuga de agua puso fin a la primera participación del i20 R5 en una prueba del Campeonato del Mundo de Rallyes, ya que el motor había sido dañado, dando el equipo por finalizado el rallye un día antes de lo previsto.
Alberto Novoa.