Con la merecida victoria de Andreas Mikkelsen y Anders Jaeger ha concluido el Kennards Hire Rallye Australia. Los noruegos han terminado en la primera posición por delante de su jefe de filas y cuatro veces Campeones del Mundo, Sébastien Ogier, y de Thierry Neuville, que con esta posición se ha adjudicado el subcampeonato mundial con el que luchaban con el equipo que ha ganado el rallye.
Con estos resultados, el WRC 2016 pone punto final a la temporada, a la actual reglamentación del Campeonato del Mundo y, lo más importante, se cierra la victoriosa presencia de Volkswagen Motorsport en esta especialidad tras cuatro años en los que el equipo y sus pilotos han dominado a placer los cuatro campeonatos en que han participado, además de adjudicarse la mayor parte de los rallyes puntuables, entre ellos el que ha concluido hoy.
Andreas Mikkelsen se presentaba en esta carrera de las Antípodas plenamente consciente de que tenía que hacer una gran actuación para lograr el subcampeonato del Mundo y, con ello, resarcirse de los últimos errores, en especial el del RallyRACC que le arruinó sus posibilidades. Claro que su posible triunfo tenía que venir acompañado de un mal resultado de Thierry Neuville, que también acudía a Australia muy consciente de sus posibilidades de reeditar el resultado que ya logró en 2013.
Impulsado por una gran motivación, el noruego se aplicaba en la primera jornada australiana, finalizando con 15,4 segundos sobre su compañero en VW, Sébastien Ogier, tras ser el más rápido en cinco de los once tramos disputados al sur de Coffs Harbour. La capa de tierra suelta que suele haber en las pistas de la zona dificultó mucho la evolución de los pilotos que, como ya es bien sabido, encabezaba el líder Ogier. Eso hacía ralentizar la carrera del ya Campeón del Mundo, que en las segundas pasadas lograba situarse en segunda posición, ganando cuatro tramos.
Neuville, el principal rival de Mikkelsen para el subcampeonato, era tercero con su Hyundai i20, a 7,1 segundos de Ogier, seguido de Hayden Paddon, Mads Østberg y Eric Camilli, ambos con Ford, y Dani Sordo. Jari-Matti Latvala era la principal víctima del día, al tocar un puente y romper la suspensión trasera de su Polo R WRC.
La segunda jornada del sábado era la más larga, en el interior de Nambucca Heads, con dos pasadas a ese tramo, de 50,80 km. El día se resume en una batalla total entre Andreas Mikkelsen, Sébastien Ogier y Hayden Paddon, los tres a tope en las pistas del condado de Nueva Gales del Sur. Un extraño problema con los pedales en la antepenúltima especial hacía perder al noruego gran parte de su ventaja, por lo que los segundos de renta volaron, quedándole únicamente en sólo 2.
Ogier, abriendo la pista, se veía claramente perjudicado por la gruesa capa de tierra suelta, pistas que estaban más limpias por la tarde, aunque con gran cantidad de polvo y una temperatura ambiente que subía, lo que contribuía al desgaste de los neumáticos. Con todo, 2 segundos separaban Mikkelsen de Ogier al final de día y 10 a éste último de Paddon, con Neuville y Sordo a continuación, todos a menos de 1 minuto del líder. Latvala conseguía recuperar, marcando 2 scratch, y finalizando el día 11º.
La última jornada del domingo, al norte de Coffs Harbour, ha constado de cinco especiales y 57,18 km. Ogier se lanzó a por el triunfo, una victoria muy apetecida por todos en este rallye tan significativo para las carreras deportivas de los pilotos de Volkswagen. Pero el francés perdió sus posibilidades en el largo tramo de Bucca, donde hizo un trompo. Mikkelsen ganaba tres tramos y Ogier otros dos, pero al final 14,9 segundos separaban al noruego del francés, que de este modo ganaba su tercera carrera.
En todo caso esta feliz llegada no fue suficiente para que el noruego se colocara como subcampeón mundial, honor que ha sido finalmente para Thierry Neuville, tercero en la carrera australiana. El belga aguantó los ataques de Hayden Paddon, muy veloz en estos tramos aunque un golpe contra un talud frenó su actuación. Dani Sordo ha sido finalmente quinto.
Alberto Novoa.
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