La pelea al rojo vivo por el título entre Ogier, Neuville y Tänak. La presencia de Sebastien Loeb, Petter Solberg o Ken Block eran algunos de los reclamos de esta extraordinaria edición.
Muchos motivos se juntaron en 2018 para hacer de esta cita una edición muy especial. El mundial de Rallyes vivía un gran momento, la temporada 2017 con la llegada de la nueva normativa había levantado muchas pasiones y el campeonato estaba muy disputado e igualado. Cuatro marcas con opciones de ganar y variedad de pilotos ganadores. A este Cataluña, penúltima prueba de la temporada, se llegaba con la lucha por el título al rojo vivo entre tres pilotos y tres marcas diferentes. Neuville con el Hyundai, Ogier con el Ford de M-Sport y Tänak en su primer año en Toyota. Otra gran atracción sin duda era volver a ver en el Cataluña al rey de la prueba, Sebastien Loeb. El alsaciano volvía a una de sus pruebas "fetiche", en un mini programa de tres pruebas este año a los mandos del Citroen C3 WRC. Por si fuera poco en esta prueba hacía acto de presencia Ken Block, que regresaba tras varios años fuera del mundial, y que el destino decidía que fuese su última prueba en el WRC. También en este Cataluña se daba el estreno de VW con el Polo R5 con la presencia de Petter Solberg en una de sus unidades.
Como véis muchos focos de interés, muchas novedades, el WRC vivía por esas fechas buenos momentos.
El rallye fué competitivamente maravilloso, recordemos que era mixto. En la primera jornada sobre tierra Tänak se mostraria superior, su comunión con el Toyota ya era en esos momentos perfecta y su ritmo en ese tramo de la temporada estaba siendo mejor que el de sus rivales. Por detrás Dani Sordo se empeñaba en ganar el rallye de casa, aunque cerraba el día a más de 25 segundos. Evans con el Ford era tercero, mientras que Loeb no perdía mucho terreno sobre tierra y estaba 4º a 30 segundos. Las cuatro marcas en las cuatro primeras posiciones, mientras que Ogier cedía 39 segundos y estaba 7º y Neuville 59 segundo y se encontraba 9º, máxima emoción por el título.
El sábado arrancaba la etapa de asfalto, Tänak volvía a dominar en el primer tramo antes del desastre en el segundo. El estonio pinchaba cuanto contaba que una gran ventaja, tenía que parar a cambiar la rueda y se le esfumaban las posibilidades de victoria, y con ello el campeonato. Algo similar le había ocurrido en la anterior prueba, cuando marchaba lider y con ventaja y sufría una avería.
Esto favorecía a un Dani Sordo que se colocaba primero aunque por poco tiempo, Latvala lo superaba en el siguiente tramo, pero es que la igualdad era muchísima. El día se cerraba con el finlandés de Toyota líder, Ogier remontaba sobre asfalto y ya era segundo a cuatro segundos. Loeb por su parte 3º a ocho segundos. Los dos pluricampeones franceses iban a presentar batalla hasta el final. Evans, Neuville y Sordo eran los siguientes, quedando el cántabro 6º pero a sólo 16 segundos. Máxima emoción, ya que además Neuville había realizado una remontada soberbia sobre el asfalto, y se metía de lleno en la pelea por el Rallye estando a 12 segundos.
Pero el domingo lo que pasó fue otra demostración para la historia de Sebastien Loeb. Después de estar todo el Rallye sin destacar demasiado, manteniendo siempre una buena posición, el domingo el astro francés se la jugó y ganó. El de Citroën fue el único que apostó por unas ruedas de compuesto duro, ante las dudas de la climatología, y acertó. En el primer tramo marcó el scratch diferenciandose del resto y ya se puso lider. En el segundo más de lo mismo, Loeb incrementa su renta, Latvala se queda a 7, Ogier a 10 Neuville a 14, Sordo y Evans a 19, todos en un pañuelo, el Rallye aún le quedaba tela por cortar.
Y es que aún pasaron muchas cosas, Toyota volvía a sufrir otro inoportuno pinchazo, Latvala su única baza que le quedaba perdía un minuto y toda opción. Pero es que el mismísimo Loeb cometía un error tonto en el peor momento, trompo en la famosa rotonda de Riudecanyes, y aún por encima se le calaba el coche. El de Citroën perdía 7 segundos en ese tramo con Sebastien Ogier, esto quería decir que se la jugarían en el último tramo, tres segundos entre los dos pilotos más laureados de la historia, alguien podía pedir más ?
En la Power Stage Ott Tänak fue el más rápido demostrando que tenía el ritmo para ganar el Rallye. Pero todo el mundo estaba pendiente del duelo por el Rallye, Sebastien Ogier conseguía el segundo mejor tiempo y superar a Sebastien Loeb en el tramo, pero no le llegaba para superarlo en la clasificación general. Recortaba 0,7 y se quedaba a 2,9 al final del Rallye, tremenda batalla.
Sebastien Loeb- Daniel Elena ganadores del Rallye RACC 2018, cinco años después de última victoria en Argentina 2013, histórico!!!!! Ogier que sin duda quería la victoria frente a su rival histórico, conseguía un segundo puesto importante para el Mundial. Elfyn Evans además se colaba en el último tramo por delante de Thierry Neuville, y así cerraba el podium y ayudaba a su compañero de equipo. Se jugaron el podium hasta el último tramo ya que Dani Sordo que finalmente sólo pudo ser 5º, acabó el Rallye a 2,1 del pódium y a 18,6 de la victoria. Sin duda de los Rallye más apretados en los últimos tiempos que se recuerdan en el Mundial de Rallyes.
Borja Romero