El piloto británico de Hyundai Portugal se adjudico un interesante Rallye Aboboreira frente a varios pilotos de WRC2.

La tercera cita del nacional portugués disputada con base en Amarante, tenía mucho interés entre los aficionados también de fuera del país vecino, ya que aquí se daban cita varios pilotos de WRC2 con la intención de preparar de la mejor manera el Rallye de Portugal, que se celebra dentro de dos semanas.
 
Aún con este presencia añadida, el gran protagonista fue un habitual del nacional portugués, Kris Meeke. El británico venía de ganar las dos primeras pruebas del campeonato, y para el Rallye Terras de Aboboreira tenía la intención de seguir con su racha, además de demostrar que sigue estando a un gran nivel frente a los jóvenes talentos de WRC2.
 
Pero el ex-piloto de Mini, Citroën y Toyota en la máxima categoría es un tío especial, que le gusta correr a su manera, que no es otra que al límite. Meeke era el primer piloto en salir a la Qualifing Stage que se celebraba el viernes por la mañana, y el británico tenía un aparatoso accidente, en el que golpeaba el exterior y caía por a una zanja en el interior. Se preveía lo peor, el primer tramo era pocas horas después y todo hacía indicar que ese Hyundai iba a tener daños bastante importantes. Lo cierto es que con la ayuda de los aficionados, el Hyundai I20 Rally2 de Meeke volvía a la carretera y podía llegar a la asistencia por sus propios medios, lo que era una noticia muy buena para el británico y el equipo Sport&You, que tendría que trabajar a contrarreloj.
 
Con un esfuerzo grande por parte de los mecánicos y alguna magulladura en la carrocería, Meeke podía arrancar el Rallye, partiendo en la segunda posición a los tramos ya que al no realizar tiempo, no tenía opción a escoger otra posición que la que no querían el resto.
 
Esto no supuso un problema para Kris, ya que aprovechando que la lluvia y la niebla aparecieron en el SS1, el británico marcó el scratch endosando una diferencia sustancial al resto. Yohan Rossel perdía 8,9, Gryazin 11,2, Jan Solans 11,9, Loubet 13,6, McErlean 13,9 y Marquito Bulacia que cerraba el grupo de los "importantes", 14,3. Todo esto en poco más de 16 kilómetros en los que el de Hyundai volaba. 
 
Al día siguiente en el primer tramo de la mañana de nuevo Meeke marcaba diferencias, en el tramo "mundialista" de Amarante endosaba 12,3 segundos a Rossel y el resto otra vez muy lejos, Loubet a 19 y Solans a 20,5. En 22 kilómetros las diferencias eran una barbaridad. Lo cierto es que aunque nos queda claro que el ritmo de Meeke era para ganar, el británico tenía un "truco". Los neumáticos que usaba eran diferentes a los de sus rivales más cercanos. Los neumáticos de los mundialistas, un compuesto más duro, hacía que Meeke al correr para el campeonato portugués dispusiera de unas gomas diferentes, y en los tramos más húmedos conseguía sacar ventaja claramente. 
 
Aún así Meeke estaba empeñado en ser protagonista, y en el siguiente tramo pinchaba, y perdía toda su ventaja, acercandose Rossel a 2,2 y Loubet, que marcaba un tiempazo a sólo 5,8 segundos, había Rallye. O eso pensábamos hasta que en la segunda pasada por Amarante de nuevo Meeke se disparaba, marcando un nuevo scratch con grandes diferencias. 7,2 a Loubet y 12,7 a Rossel que eran los únicos que se "acercaban". Solans tenía una pequeña salida y perdía su 4ª posición, en detrimento de Gryazin. Meeke acababa de rematar el Rallye en la primera pasada por Aboboreira con un otro scratch, para tomarse con calma el último tramo, en donde cedía el mejor tiempo pero confirmaba una contundente victoria.
 
Quien se lo iba a decir sólo 24 horas antes, cuando tenía que rescatar a toda prisa el Hyundai I20 Rally2 de entre los arbustos para poder iniciar el Rallye. Meeke nos volvió a recordar porque es una leyenda en el WRC, un piloto tan rápido, como fallón en momentos clave de su carrera deportiva.
 
Borja Romero.