La primera vez siempre la recuerdas de manera diferente. Un Mini WRC, Ponte de Lima, Markko Märtin y un invitado muy especial.
Era el año 2010 y el equipo Prodrive había anunciado su vuelta al Mundial de Rallyes con un Mini WRC apoyados por la propia marca, y con BMW al cargo de los motores. Los aficionados españoles estábamos especialmente ilusionados con el proyecto, pues Dani Sordo había firmado con el equipo inglés para ser su primer piloto después de cerrar su etapa en Citroën. Por aquel entonces yo tenía 18 años, muchos años ya viendo Rallyes gracias a la pasión que mi padre me había contagiado, pero nunca había tenido la posibilidad de ver un test de un equipo oficial del WRC.
El martes 14 de Septiembre estaba en casa después de cenar, y ojeando en el portatil algún que otro vídeo en YouTube encontré uno que ponía "Test Mini WRC, Portugal". No tenía constancia de que el equipo Mini ya había empezado a rodar su nuevo coche así que rápidamente me puse a verlo. Me imaginaba que los test serían en el sur del país luso, en donde se encontraba esos años el Rallye de Portugal. Mi sorpresa al ver la primera pasada del vídeo fue que la zona en la que estaba grabado era de sobras conocida para mi, recordaba haber estado alguna vez en ese cambio de carretera de asfalto a tierra. Me levanté rapidamente y me fui a junto de mi padre y le dije, mira esto.
La conversación fue algo parecido a esto. -Ostras, eso es el final del tramo de Arcos-Portela!!. -Eso a cuanto queda de casa? - Menos de media hora. - Crees que mañana estarán ahí? - No se, pero si no estarán por la zona, que hay bastantes variantes. - Pues voy a llamar a Anxo y mañana vamos.
Así fue, poco tardé en convencer a mi compañero de aventuras.
La conversación fue algo parecido a esto. - Anxo mañana a las 8:00 en mi casa? - Para que? - Vamos a ver un test del Mini? - Bohh si hombre si, que dices. - Si, que acabo de ver un vídeo, y están en Ponte de Lima. Ya busco yo como llegar al sitio y vamos. - Tu crees que vamos a ver algo? - No lo sé, pero hay que ir, no podemos perder la oportunidad.
Así fue como al día siguiente arrancamos en el mítico Fiat Punto de mi amigo Anxo Pazo. Yo había buscado "mas o menos" como llegar hasta la úbicación ( de aquella no dominaba como ahora el Google Maps). Llegamos al puente de la autovía donde tenía claro que debíamos dejar el coche aparcado. Los de la zona sabrán perfectamente el lugar. En el 2019 sirvió de asistencia para el Monday Test y equipos como Skoda o VW realizaron en los últimos años test con base en ese aparcamiento. Una vez fuera del coche la idea estaba clara sobre el papel, caminar por el monte de forma ascendente hasta encontrar alguna señal en forma de sonido, coches aparcados, o algún "enfermo" como nosotros que nos llevase al objetivo.
Después de una buena caminata y cerca de perder la fé (típicos comentarios de, yo ya sabía que no íbamos a ver nada, o, era imposible que fuesen a estar dos días seguidos en el mismo sitio...) una cinta en el medio del camino. SIIII... AQUÍ HAY ALGO!! Empezamos a caminar con algo más de ritmo y llegamos a la cinta en la que había un coche cruzado en el medio y una persona dentro. Nos acercamos y preguntamos. Está andando aquí el Mini? Su respuesta fue afirmativa. Pero allí no había ni rastro de coche, ni ninguna persona más, así que nos volvimos a acercar y nos dice. - Ayer fue un día de rodaje, hoy ya está andando fuerte, pero lleva tiempo parado en la asistencia. Cuando aún estábamos hablando con esta persona, escuchamos el ruido. El Mini WRC estaba arrancando, y en poco más de 30 segundos apareció delante nuestra. Nos miramos y gritamos como dos locos. Estábamos viendo los primeros kilómetros del Mini WRC, un coche y una marca que eran toda una novedad en el Mundial de Rallyes.
El coche en realidad hay que decir que estába bastante feo, con esa decoración "amarilla de camuflaje", un alerón a medio hacer y unas sensaciones de que el coche estaba muy verde, algo lógico por otra parte. Pero para nosotros dos, era como si estuviesemos delante de la mayor obra creada por el hombre!!.
Después de varias pasadas nos acercamos hasta la asistencia de Prodrive. Allí tenían el coche escondido, y cuando trabajaban se situaba detrás de unos camiones que no dejaban ver nada. Nos llevamos una sorpresa al ver que Markko Märtin era el piloto encargado de desarrollar el coche ese día. Aunque más raro nos pareció que con él andaba un chavalito rubio que no se separaba de él. Luego lo vimos subir de copiloto y nos dimos cuenta. Si, era un tal Ott Tänak, que con 22 años empezaba a dar sus primeros pasos en el Mundial y ya estaba bajo la tutela de la estrella estonia. Quién nos iba a decir que aquel "niño" tímido que parecía tener verguenza por estar al lado de Markko Märtin sería luego campeón del mundo y mejoraría todos los registros de su mentor. Otra anécdota curiosa fue cuando un hombre que estaba dentro del recinto de Prodrive y hablaba con unos y con otros se nos acercó y le pidió a mi amigo Anxo si le podía echar un vistazo a la "Auto Hebdo" que tenía debajo del brazo. Resulta que ese tio tan enrrollado con el que luego mantuvimos conversación no era otro que Toni Sánchez. Actualmente uno de los "capos" del equipo Hyundai en el cuál se encarga de toda la logística del equipo. En aquel momento debía ser uno de los organizadores de dicho test, aunque nosotros lo desconocíamos por completo.
Volvímos a subir al tramo y vimos alguna pasada más del Mini sobre el roto tramo de Ponte de Lima. Nos situamos en la zona donde daba la vuelta para arrancar de nuevo, cerca de la asistencia, y allí observamos con más precisión el nuevo coche. Como decía, no era el más bonito en aquel momento, aunque para nosotros era lo máximo.
Después de disfrutar como enanos y con una sonrrisa de oreja a oreja, nos fuimos para casa con una buena dosis de "polvo WRC" encima y la satisfacción de haber podido presenciar nuestro primer test de un equipo oficial, algo que solemos recordar bastante a menudo en nuestras charlas sobre Rallyes. Una experiencia que no se nos olvidará nunca seguro.
Borja Romero.