Raikkonen ya comentaba en las horas previas al Rallye de Japón que probablemente sería la prueba más difícil en la que había participado dentro de su corta experiencia en el mundo de los rallyes, y tan complicado que le debió ser, pues ya en el shakedown dejó de esta guisa el C4 WRC, aunque afortunadamente sin daños personales y pudiendo salir a disputar las primeras especiales en Japón.