Y es que tanto José Antonio Suárez como Borja Rozada partían en la prueba finlandesa con la clara intención de realizar un gran rallye, pero desde las primeras especiales llegaron los problemas. Primero en forma de pinchazo, posteriormente hizo acto de presencia la falta de potencia en el motor del Ford Fiesta, para rematar en la jornada del sábado con una fuerte salida de carretera, sin consecuencias para los deportistas, que obligó al abandono de la competición.
Y todo ello a pesar de marcar los mejores cronos en los "splits", algo que demuestra el fuerte ritmo de carrera que Suárez y Rozada llevaban en una prueba en la que era muy necesario puntuar, cuando eran cuartos de la general a diez segundos del liderato. Pero cuando las cosas no están de cara, no hay nada que hacer más que conformarse con que aún quedan varias carreras y que no está todo perdido en la Drive Fiesta Dmack 2014, y siempre con la esperanza de que la mala suerte de esta semana se convierta en buena suerte en las próximas citas.
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Alberto Novoa
