Repasamos la trayectoria del único equipo español en la historia del mundial de Rallyes, durante sus años en la máxima categoría.

Era momento de dar el salto, después de haber sido campeones del mundo 2-litros en 1996, 1997 y tenerlo muy cerca en 1998, Seat presentó en el Rallye 1000 Lagos su flamante Córdoba Wrc. La idea de la marca española no era otra que prepararse para la temporada 1999, para ello utilizó los últimos cuatro rallyes del 98´ como test.

Su piloto principal fue Harri Rovanperä, y para el segundo coche utilizó hasta 3 pilotos diferentes, siendo el español Oriol Gómez el encargado de debutar en el 1000 Lagos. El experimentado Marc Duez entraría en el equipo para las pruebas de San Remo y Australia, mientras que el británico Gwyndaf Evans estaría en el Rac de Inglaterra, la cita de casa.

Los resultados en estas primeras citas no fueron muy destacados, al coche le faltaba desarrollo y los pilotos no eran de primera fila (para Harri eran sus primeros Rallyes en un Wrc). Aun así Rovanperä fue el que más pudo demostrar, acabando el 1000 Lagos y Australia sin excesivos problemas. En el Rac de Inglaterra incrementaba la velocidad consiguiendo mejores registros, sobre todo en la última etapa y acababa el Rallye en una meritoria 6ª posición, lo que le daba a Seat su primer punto en el mundial de constructores.

Con la necesidad de reforzar el equipo, Seat contrata al piloto italiano Piero Liatti como estrella para 1999. El tener la capacidad de poder fichar a un piloto de renombre hacía presagiar un buen potencial, tanto para el equipo como para el coche. Liatti llegaba de un periplo en Subaru de 4 años, con un currículum de una victoria y varios pódiums, siendo un consumado especialista en asfalto, perfecto para complementar al otro piloto de la marca, Harri Rovanperá.

La temporada 1999 empezó realmente bien para el equipo español. En Montecarlo los dos coches llegaban a meta, y además mostrando velocidad. Liatti llegó a estar en posiciones de pódium el primer día para acabar 6º, y Rovanperä que acababa 7º lograba el primer scratch en la historia de Seat, y nada menos que en el Turini.

 

De cara a Suecia, novedades. Sumaban a un especialista que estaba empezando a destacar notablemente, Marcus Grönholm. El finlandés sustituía a Liatti, pero no tendría suerte y abandonaba con problemas mecánicos en el segundo tramo, dejando un gran registro en el primero. (Que habría sucedido si Gronholm se subiera sentado más veces en el Seat? Nunca lo sabremos). Rovanperä tampoco tenía suerte con problemas al inicio de la prueba que lo retrasaban mucho, había trabajo.

La tercera prueba era el Safari en Kenya. El Rallye más duro del mundial iba a poner a prueba de nuevo a los Seat. Liatti con experiencia en África realizó un gran Rallye peleando por el pódium hasta abandonar con problemas de motor. Por su parte Rovanpera con menos experiencia mantenía la calma para llegar a meta y acabar 6º, dejando buenas sensaciones.

Portugal era la primera cita del calendario “normal”, en la que poder medir la velocidad del Córdoba. Los dos pilotos mantuvieron una gran lucha entre ellos, pero ambos acababan fuera antes de tiempo por accidente. Los tiempos habían sido esperanzadores, con Harri mojándole la oreja a Piero y luchando con Makinen o Kankkunen de tú a tú.

Llegaba el asfalto, y con él el Rallye de casa en Cataluña, una prueba de fuego tanto para Seat como para Liatti, que estaba en su terreno. No fue nada bien una prueba a la que se llegaba con toda la ilusión del mundo, pero el Córdoba en asfalto no funcionaba. Se echaba la culpa a los neumáticos Pirelli, aunque luego también se descubrieron problemas con la geometría del eje delantero. Lo cierto es que en un asfalto abrasivo los neumáticos llegaban fundidos y Liatti empezaba a desesperarse.

En Córcega más de lo mismo. Liatti lo daba todo y era mucho más rápido que Rovanpera en esta superficie, pero los tiempos no salían. Acabando el Rallye 9º a más de siete minutos de la cabeza.

En la vuelta a la tierra las cosas no mejoraron en exceso. Liatti después de marcarse dos buenos Rallyes con un gran ritmo en Argentina y Grecia abandonaba en los dos por accidente. Mientras que Rovanpera se mostraba más lento que Liatti y tampoco concretaba resultados.

Y llega la sorpresa. Para Nueva Zelanda Seat decide subir al joven Toni Gardemeister (24 años) y hace historia. En su debut con un Wrc consigue nada menos que el primer pódium en la historia de Seat Sport. En un Rallye con unas condiciones muy delicadas el joven finlandés da una lección a todos de madurez y tras una prueba sin errores acaba 3º. Decir que Rovanperä sufrió durante todo el Rallye problemas eléctricos que lo retrasaron. Vaya despedida del Córdoba Evo 1.

 

Y decimos despedida porque para la siguiente prueba en Finlandia Seat presentaba el Evo 2. Una nueva arma que había sido desarrollada en los últimos meses lista para ganar Rallyes. De hecho en un Rallye de pruebas en Finlandia Rovanperä batía a Kankkunen y su Subaru, lo que unido al pódium en Nueva Zelanda hacía al equipo llegar al 1000 Lagos pletóricos.

 

De nuevo con Gardemeister (a ver quién lo bajaba) en el segundo Seat el Rallye fue de notable. Los dos pilotos rodaron rapidísimo, consiguiendo Gardemeister un scratch (el primero sobre tierra), y aunque no concretaron un gran resultado (5º y 6º), las sensaciones eran muy buenas. La siguiente cita en China la cosa no fue todo lo bien que se esperaba. Aparte del caos que fue la prueba Liatti volvía a abandonar con problemas y Rovanperä acababa 5º pero a 9 minutos, algo pobre.

Con el San Remo volvía el asfalto y era momento de ver si el nuevo Córdoba Evo2 suplía las carencias de su anterior generación. Seat llevaba por primera vez 3 unidades, una para Liatti y otras dos para los finlandeses. Pero el asfalto iba a seguir atragantándose. Ni con Piero Liatti corriendo en casa los tiempos salían. Estaba claro que quedaba mucho trabajo sobre esta superficie. Gardemeister sin ninguna experiencia mejoraba con el paso de los kilómetros y seguía siendo la noticia positiva.

En San Remo Toyota anuncia que se retira del mundial y empiezan los movimientos, Seat quiere contar a toda costa con Carlos Sainz en sus filas, y en caso de no conseguirlo, su compañero de equipo Didier Auriol es la otra opción. El equipo está dispuesto a poner toda la carne en el asador para luchar por el mundial del 2000. Por su parte, Piero Liatti no volvería a sentarse en el Córdoba, temporada muy negativa.

Las últimas dos citas del año serían Australia y el Rac de Inglaterra. En Australia las cosas no acabaron de salir, Gardemeister volvía a rodar constantemente más rápido que Rovanperä pero diversos problemas lo retrasaron. Rovanperä acabó 6º.

En Inglaterra de nuevo alegría. De nuevo con tres pilotos, añadiendo al local Gwyndaf Evans Seat dio el do de pecho en la última prueba y volvía a hacer historia. Harri Rovanperä, en la que sería su última prueba con Seat, se desquitaba de su irregular temporada y conseguía el segundo pódium para Seat. Gardemeister volvía a demostrar mucho ritmo, pero tenía que abandonar con problemas mecánicos, eso si, mientras se mantuvo en carrera estaba delante de Harri. Por su parte Evans  abandonaba en el último tramo después de conseguir varios tiempos destacados. Así Rovanperä acababa 3º y conseguía su primer pódium. Excelente manera de acabar la temporada y despedirse de Seat, que le comunicaba que no continuaría en el equipo para la temporada siguiente.

 

Días antes de la prueba inglesa se confirmaba, Carlos Sainz finalmente fichaba por Ford y el francés Didier Auriol 3º en el campeonato del mundo de 1999 fichaba por el equipo español....

 

 

 

Borja Romero.