El Campeonato del Mundo de Rallyes de la FIA ha vuelto y lo ha hecho con un Ott Tänak ejerciendo de profeta en su tierra, ya que el piloto de Hyundai se ha llevado la victoria en el Rallye de Estonia, siendo el cuarto vencedor distinto en otras tantas citas disputadas.
Tänak ha forjado su victoria con una gran primera jornada, en la que salvo en los primeros compases de la prueba, ha sido el claro dominador.
Por detrás del vigente campeón ha finalizado su brillante compañero Craig Breen, quien solo ha cedido 13,2 segundos. Extraordinaria actuación del irlandés, sobre todo, teniendo en cuenta que se trataba de su segunda participación del curso con la formación de Alzenau tras Suecia. Sin duda, la apuesta por el británico del director de Hyundai, Andrea Adamo, ha resultado muy acertada.
En el último cajón del podio se ha situado Sebastian Ogier con una desventaja de 24.9 segundos. Consciente de la importancia que tendrá la regularidad para coronarse en una campaña donde restan ya tres finales (Turquía, Cerdeña e Ypres), el seis veces campeón del mundo ha sabido salvar los muebles en un compromiso donde los rivales capitaneados por el héroe local se han mostrado intratables. De hecho, ha logrado salir de Estonia al frente de la general con 79 puntos, por lo que cualquier resultado que sea sumar, dado lo excepcional del campeonato este año, es crucial.
Y un claro ejemplo en este rallye ha sido Neuville. El piloto belga de Hyundai tuvo que abandonar el sábado por problemas en su i20 WRC, y aunque se reenganchó a la carrera, solo ha logrado acabar en decimoprimera posición, descendiendo notablemente en la general de pilotos.
La quinta posición en Estonia ha sido para el joven de Toyota, Kalle Rovanperä. El finlandés se vió fuera de toda pelea cuando fue penalizado en la jornada del sábado con un minuto por un error de su copiloto Jonne Halttunen. Pero el joven es para hacerle una mención especial, ya que en su primera temporada en la categoría reina del WRC ha marchado ni más ni menos que cinco scrathes, incluyendo el ‘Power Stage’.
