Con el séptimo título de Ogier, el de Gap se acerca cada vez más a las estadísticas de Loeb, y el debate sobre quien es el más grande de la especialidad da para varios capitulos.
Messi o Maradona, Senna o Schumacher, Nadal o Féderer...decidir quien es el mejor suele ser cuestión de gustos, y de discusiones también. No estamos en disposición de decir quien es el mejor de la historia en los Rallyes, pero si podemos exponer las razones que defienden a cada astro.
Fino, calculador, rápido, sobre todo muy rápido. Loeb derrotó a la generación de Sainz, Mcrae, Makkinen o Grönholm en sus inicios. Catorce años más tarde de su primer título, con 44 años, Sebastien Loeb volvía a hacer un reducido programa con su equipo de siempre. En su tercer Rallye con el Citroën C3 WRC, en el Rallye Racc Cataluña con los principales favoritos luchando por el título mundial, el genio francés se sacaba de la manga su penúltimo truco. Tras mantenerse en el segundo grupo de favoritos los dos primeros días, el último día arriesgaba con una monta de neumáticos diferente y en el primer tramo del domingo marcaba un scratch antológico para colocarse líder, posición que ya no abandonaría hasta el final. Sabéis contra quien tuvo que luchar hasta el último metro? Si, un Sebastien Ogier que se quedó a menos de 3 segundos. Victoria magistral para Loeb, acompañado por su inseparable Daniel Elena.
La carrera de Sebastien Ogier no tiene unas estadísticas tan deslumbrantes como las de su compatriota, pero tiene otros méritos igual de grandes. El de Gap, otro producto perfeccionado por la FFSA, llegó al mundial de la misma manera que Loeb, ganando la JWRC. Pronto deslumbró al mundo de los Rallyes. En su primer tramo con un WRC marcaba el scratch con un Citroën C4 en el difícil Rallye de Wales. Más impresionante si cabe fue su primera participación en el Rallye Montecarlo. En el año 2009 la cita monegasca era puntuable para el IRC, y el francés fue inscrito por BF Goodrich con un 207 S.2000. Y si, primera vez con un S.2000, primera vez en Montecarlo y primera victoria para Ogier.
Los primeros cuatro títulos de Ogier los consiguió de manera aplastante gracias a la superioridad incuestionable del equipo VW. El cierre de actividad repentino de VW dejaba al actual Campeón del Mundo sin equipo a dos meses del inicio de la temporada 2017, una temporada de cambios en el Mundial, con la entrada de los nuevos WRC. Con un movimiento brillante, Malcom Wilson consiguió tener al mejor piloto del momento en el único equipo "privado". M-Sport con la ayuda de Ford le dieron a Ogier el mejor coche posible, aunque sin los medios de las fábricas de Hyundai, Toyota o Citroën. En una temporada histórica para los de Cumbría, Sebastien Ogier conseguía su título más complicado. Con una exhibición de regularidad y lucha constante contra los elementos, el francés con solo dos victorias en la temporada se hacía con su 5º título, el más especial sin duda.
Tras ese año, llegaría una segunda temporada con M-Sport y un segundo título. Cimentado en un gran inicio de temporada con 3 victorias en los 4 primeros Rallyes, sufrió la falta de evoluciones del equipo, y la aparición de un genial Ott Tänak que con el Toyota llegó a situarse líder del campeonato tras tres victorias seguidas. El año 2019 fue muy dificil, la vuelta a casa fue más complicada de los esperada. Citroën estaba en ruinas, y no disponía de un coche ni un equipo preparado para ser campeón. Ogier ganó 3 Rallyes y llegó a la última prueba con opciones matemáticas de ser campeón, pero un nuevo fallo mecánico lo condenaron. Salió por la puerta de atrás del equipo que lo vio nacer, y encontró acomodo en Toyota, el coche campeón con Tanak.
Este año en esta temporada tan atípica ha vuelto a ser el más listo. Quizá ya no tenga la velocidad de hace unos años, pero sigue siendo el piloto más completo y que mejor prepara los Rallyes. Elfyn Evans, también nuevo en Toyota sorprendió a todos este año, con un enorme paso adelante el británico llegaba a Monza como favorito. Pero el tener al acecho a un piloto como Ogier que nunca falla en los momentos importantes, fue demasiado para un Evans que cometería un error y dejaría el título en bandeja al de Gap. Siete títulos con tres marcas diferentes, ese es el registro de inigualable de Sebastien Ogier.
Es imposible para nosotros quedarnos con uno, los dos son los más grandes, y los dos nos han hecho disfrutar de batallas épicas. Solo podemos admirarlos y darles las gracias.
Borja Romero.