Disputada ya la tercera etapa del Vodafone Rallye de Portugal, su líder, el piloto de Hyundai, Thierry Neuville, a aumentado de forma considerable su ventaja al frente de la general, y lo ha hecho de una manera muy inteligente.
Neuville ha optado por una táctica más conservadora en las especiales de Vieira de Minho y Cabeceiras de Bastos, y así dejar sus neumáticos en buen estado para atacar en la especial más larga, los casi 40 kilómetros de Amarante, y la jugada le ha salido perfecta, ya que ha aumentado su ventaja con Evans en 39,8 segundos, antes de los cinco tramos que quedan por disputarse mañana.
Evans ganó dos de las seis especiales del día con su Ford Fiesta, uno más que Neuville, y el galés se mostró cada vez más seguro en el segundo puesto a medida que avanzaba el día. Luchó con todas sus fuerzas en las dos pasadas por Amarante, pero tiene un margen de 17,4 segundos sobre Dani Sordo.
El español endureció la configuración de su i20 después de la prueba de apertura de la mañana, pero volvió a caer en las garras de Teemu Suninen con un trompo en la especial final. El margen entre ellos se redujo a 4.7 segundos.
El joven Suninen tuvo un día estelar con su Ford Fiesta, reteniendo a su compatriota finlandés Esapekka Lappi en una pelea muy ajustada. Ambos estuvieron en el límite mientras intercambiaban segundos en cada tramo y Lappi finalizó a 11,1 segundos con su Toyota Yaris.
Mads Ostberg es sexto, el noruego concedió casi un minuto después de deslizarse en un talud en una curva fangosa. El piloto del Citroën está a casi 1 minuto y 40 segundos por delante de su compañero Craig Breen.
Breen soportó un día difícil al abrir las pistas, pero ganó un lugar después de un nuevo abandono de Kris Meeke con el tercer C3 del equipo francés.
El británico se salió en una rápida curva a la izquierda y su C3 volcó de forma espectacular contra los árboles. Tanto Meeke como su copiloto Paul Nagle salieron ilesos.
Pontus Tidemand tomó la delantera del WRC 2 y ocupó el octavo lugar, por delante de los pilotos de la categoría Lukasz Pieniazek y Stéphane Lefebvre.
Alberto Novoa.