Debido a la situación de tanta incertidumbre por la que está pasando el WRC, por el calendario y su nuevo reglamento de cara a 2022, el ERC está en la situación ideal de dar un paso más y luchar de tú a tú con el Mundial de Rallyes.

 

Pocas dudas hay de que el ERC está en su mejor momento en muchos años. Es cierto que cuando el campeonato se denominaba IRC, y tenía pruebas tanto dentro como fuera de Europa, su popularidad alcanzó grandes cotas. Recordamos que varias marcas de fábrica disputaban el campeonato, equipos satélites tenían en su filas a pilotos como Kris Meeke, Thierry Neuville o Fredy Loix y hasta el Rallye más mítico del mundo, el Monte-Carlo, decidió apartarse del Mundial y formar parte de este novedoso campeonato. Eran los mejores años de los S.2000 y el WRC con solo dos marcas, estaba en un momento complicado.

Pues la situación actuál, no es igual pero se le parece. El Mundial de Rallyes está ante uno de los cambios más importantes de su historia. La introducción de la nueva normativa para hacer sus WRC híbridos, está trayendo mucha cola. Se esperaba su llegada para 2022 con un reglamento en el que los tres constructores implicados estaban de acuerdo y todo parecía funcionar. Pero la llegada del Covid-19 y su posterior crisis financiera no está poniendo las cosas sencillas. Las posibilidades de que solo dos constructores continuen a partir de la nueva generación está ahí, y el mandamás de la FIA, Yves Matton no parece estar contentando a todas las partes.

En el lado opuesto está el ERC. Un campeonato basado en los nuevos Rallye2 (R5) que no para de crecer debido a su actual estabilidad reglamentaria y un calendario más que atractivo. Desde que se desató la pandemia mundial el ERC consiguió readaptar su calendario y sacar adelante en este complicado 2020 un campeonato más que aceptable, con 6 pruebas en un periodo de 6 meses. Se puede decir que las cuatro pruebas disputadas hasta el momento han sido un éxito en cuanto a participación y seguimiento. Aprovechando las dificultades de un WRC, que partía con ventaja al inicio de la pandemia (puesto que ya había celebrado 3 pruebas, por ninguna del Europeo) el certamen no ha parado de crecer en 2020.

Las previsiones para 2021 no son nada buenas para el WRC. Este año solo dos equipos se han disputado las victorias, y tiene pinta de que seguirá siendo así. M-Sport está más preocupada de sobrevivir como empresa, que de competir al máximo nivel. Hyundai, que está poniendo toda la carne en el asador, no consigue el deseado mundial de pilotos, y eso puede pesar en la decisión de continuar más allá de 2022. Hay un calendario establecido, pero las dudas de que se pueda llevar a cabo están ahí, visto las dificultades de esta temporada. Deben tomar decisiones drásticas, y el tiempo se está echando encima.

El ERC por su parte tiene la estabilidad de la categoría R5, que por el momento no sufre cambios. Cinco marcas están implicadas, pendientes de la llegada de Toyota y el Yaris, y el éxito de ventas de estos modelos sigue en aumento. Las marcas tienen en estructuras privadas depositada mucha confianza, y estos son los que normalmente gestionan los vehículos participantes en el ERC. El calendario tiene la base en eventos consolidados, con unas características únicas, como son Azores, Canarias o el Barum. Citas clásicas que ya gozaban de gran repercusión, y que con el impulso de Eurosport están casi al nivel de las mejores pruebas del WRC. Para 2021 se añade el Rallye Serras de Fafe como principal novedad, además de ser la prueba que abre la temporada, una cita que se estaba consolidando como uno de los grandes Rallyes de la península ibérica los últimos años. Otro aspecto positivo frente el Mundial es el equilibrio entre el asfalto y la tierra. Cuatro pruebas sobre cada superficie, algo más equitativo que el WRC.

Entonces, que más puede hacer el ERC? Una de las claves del crecimiento en su día del IRC fué la mayor implicación del promotor, Eurosport. Resumenes diarios, tramos en directo y una cobertura aún mayor de la que hay hoy en día. También la creación de las actuales categorías, aunque ha sido un acierto, falta algo. Hay una buena escalera para crecer desde el ERC3 Junior, hasta el ERC1 Junior y así llegar a la categoría absoluta. Pero después que? Los pilotos buscan luego dar el salto al WRC2 por falta de motivación a la hora de ganar el ERC absoluto. Este es un aspecto que se debería cuidar más, ya que el actual campeón del ERC absoluto, el inglés Chris Ingram no ha disputado ni una prueba en 2020 al carecer de proyecto. El campeón debería encontrar hueco con facilidad en una estructura con apoyo de algún constructor. Ese es otro punto a mejorar, la busqueda de más equipos semi-oficiales, como es el caso de Sainteloc con Citroën. Estructuras que reciban el apoyo directo de marcas, y que puedan traer pilotos de alto nivel para disputar el campeonato completo, si no tendremos Rallyes muy buenos, pero no campeonatos completos y disputados.

Llegará el ERC a disputar el trono al WRC? Materia prima tiene...

 

Borja Romero.