El astro galo correrá por primera vez para Ford con 47 años, y luchará por su octava victoria en el Rallye Monte-Carlo.

 

Malcom Wilson lo ha vuelto a hacer. Ha vuelto a convencer a un piloto que parecía totalmente fuera de su alcance como lo hizo con Sebastien Ogier para la temporada 2017. Sebastien Loeb conducirá uno de los nuevos Ford Puma híbridos en la apertura del WRC en el Rallye Monte-Carlo. 

Después de toda una vida ligada a Citroën, en 2019 Loeb buscó nuevos retos firmando por Hyundai en un movimiento poco esperado por la mayoría. Pero el alsaciano aún nos tenía una sorpresa mayor preparada. Este fichaje por un equipo que ya lo quiso reclutar en reiteradas ocasiones a lo largo de su carrera es todo lo que necesita este inicio de temporada para tener un primer Rallye memorable.

Recordemos que en Mónaco se verá las caras con su homólogo Sebastien Ogier. El actual campeón, también retirado a tiempo completo, no se quiere perder el Rallye más prestigioso del año y allí estará presente un año más con Toyota. Loeb con 7 victorias intentará igualar el record de su compatriota, que ya suma 8.

Para la ocasión Loeb no contará con su eterno compañero de batallas. Daniel Elena si que ha colgado definitivamente su cuaderno de notas, y Loeb ha tenido que buscar un sustituto, encontrandolo en la copiloto Isabelle Galmiche.

El mundial arrancará en apenas un mes, con los equipos trabajando a contrarreloj en la evolución de sus novedosas monturas, será más dificil que nunca predecir que nos puede deparar este "Monte", pero sin duda la presencia de Sebastien Loeb con Ford, y su batalla con Ogier será el gran aliciente de la prueba. 

 

Borja Romero.