El piloto de Toyota logró evitar los problemas que han sufrido la mayoría de los rivales, y se sitúa al frente de la clasificación en una espectacular primera jornada en la zona centro de Portugal.

La espectacular pelea que han tenido los pilotos en las especiales de la mañana pasó a un segundo plano durante la tarde, donde sobrevivir se convertía en primordial para intentar luchar por la victoria en esta 55 edición del Vodafone Rallye de Portugal. Además el calor, el polvo y las duras pistas llenas de piedras se cobraron un alto precio en esta primera cita de tierra de la temporada del Campeonato del Mundo de Rallyes de la FIA.

Evans ha ganado cuatro de los ocho tramos con su GR Yaris y ha aventajado a su colega finlandés, que ha marcado dos scratch, por 13,6 segundos tras casi 125 km de acción. La baja posición de salida del galés le permitió beneficiarse de un mejor agarre en las pistas limpiadas por los primeros participantes. Por el contrario, el líder del campeonato, Rovanperä, soportó las peores condiciones desde la primera posición.

Evans desbancó a Thierry Neuville, que lideraba tras la breve especial del jueves por la noche en las calles de Coimbra, con la victoria en ese tramo. También ganó la siguiente, pero no pudo detener a un Sébastien Loeb que le arrebató una ventaja de 0,5 segundos. Pero el francés estrellaba su Ford Puma contra un muro a los pocos metros del siguiente tramo, Evans volvió a ponerse por delante y evitó múltiples peligros en las deterioradas carreteras.

El debutante Dani Sordo fue tercero con un Hyundai i20, a medio minuto. El español tenía 5,2 segundos de ventaja sobre Takamoto Katsuta en otro GR Yaris, el piloto japonés cedió ese tiempo por un trompo.

Sébastien Ogier estaba en camino de hacer un gran día para Toyota Gazoo Racing al llevar su GR Yaris hasta la tercera posición. Dos pinchazos por la tarde dejaron al francés al borde de la carretera sin ruedas de repuesto.

A Gus Greensmith se le desllantó dos veces un neumático de su Ford Puma. Su progreso se vio aún más asfixiado cuando el polvo llenó el habitáculo, pero el británico perseveró y se mantuvo quinto, a un minuto de la cabeza.

Su compañero de equipo en M-Sport Ford, Pierre-Louis Loubet, fue sexto. Las esperanzas del francés de estar entre los tres primeros terminaron cuando se pasó en un cruce de la penúltima especial.

El séptimo puesto fue una mala recompensa para Thierry Neuville, que era el rival más cercano de Evans hasta que los daños en las ruedas de un tramo de enlace le obligaron a pilotar los dos últimos tramos con un eje de transmisión roto en su i20 N.

Craig Breen se vio retrasado por varios problemas en su Puma, incluyendo un pinchazo y un roce con un banco. El irlandés fue octavo, con su compañero de equipo Adrien Fourmaux noveno y Ott Tänak completando el top 10 tras dos pinchazos en su i20 N.

 

Alberto Novoa.

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