Tras la buenas prestaciones ofrecidas por la escuadra británica en la jornada del viernes en el EKO Acrópolis Rallye de Grecia, todo se esvanecía nada más arrancar las primeras especiales del sábado en las proximidades de Lamia. Hyundai se mostraba más fuerte que nadie, adjudicándose todos los mejores cronos en los casi 150 kilómetros cronometrados de esta jornada, siendo el más rápido Thierry Neuville.

Todo se iniciaba con normalidad, salvo que Loubet, que era segundo tras una espectacular jornada de viernes, ya comenzaba a perder tiempo ( 20" en la primera ) y un pinchazo en la siguiente lo hundía en la general. Tanäk era el más rápido, seguido de Loeb, que seguía demostrando sus dotes. Pero la cosa se ponía patas arriba en la especial de Perivoli. El piloto francés decía adiós a sus opciones en Grecia, cuando el M-Sport Ford Puma de Loeb rompía la correa del alternador después de la meta. A partir de ese momento, Neuville no tuvo rival y mantuvo un ritmo impresionante durante toda la jornada, logrando tres mejores tiempos mientras sus rivales tenían problemas. Una alarma en el salpicadero por bajo voltaje de la batería le dio un breve susto, pero no pareció tener ningún efecto en el rendimiento del coche.

Tänak empezó con fuerza, con una victoria de tramo en Pygros, pero no ha podido con el ritmo impuesto por  Neuville. El piloto estonio, que había ganado las dos últimas citas anteriores a Grecia, se quejaba de problemas en el diferencial durante las especiales de la mañana, pero las cosas parecieron mejorar después de la asistencia y lograba aventajar a su compañero en Hyundai, Dani Sordo, en 25,0 segundos al cierre de la jornada.

El piloto español cerraba el triplete de Hyundai en esta jornada de sábado. Dani y Cándido han matenido un ritmo constante, finalizando todas las especiales de esta jornada entre los cinco primeros, logrando incluso marcar el mejor crono en la segunda pasada por la especial de Perivoli, lo que les permitía cerrar un virtual triplete de los i20, ayudado en parte por los problemas de Lappi, ya que su Toyota Yaris tuvo un problema de combustible en el penúltimo tramo. El motor se apagó una y otra vez y finalmente se vio obligado a abandonar en el tramo de enlace.

Las esperanzas de Toyota recayeron entonces en los hombros de Elfyn Evans, que llevó su Yaris a la asistencia final del día en la cuarta posición de la general. El galés tuvo problemas para encontrar el ritmo, sobre todo en las condiciones de poca soltura en el paso de la mañana, pero presionó a Sordo en los últimos tramos para terminar a sólo 7,1 segundos y dejar la lucha por el último cajón del podio como punto de interés para la última jornada del domingo.

Loubet se recuperó de los problemas en las primeras especiales y se situó entre los cinco primeros, pero muy lejos de la cabeza. Su compañero de equipo, Breen, está por detrás del francés, pero a más de 3 minutos con otro Ford Puma Rally1.

Desde que tiene opciones matemáticas para proclamarse campeón del WRC, parece que Kalle Rovanperä quiere darle algo de emoción al campeonato. El joven piloto finladés echaba por tierra toda opción en la jornada del sábado al chocar con un árbol en la segunda especial del día, el tramo de Perivoli. Aunque podía continuar, perdía más de 11 minutos.

 

Alberto Novoa.

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