Por tercer año consecutivo vivimos en directo el inicio de una temporada más del WRC en el rallye más mítico, el Monte-Carlo. Os contamos nuestra experiencia.

Después de un año 2023 en el que el Rallye resultó muy descafeinado en todos los sentidos, para esta edición la organización decidió volver a llevarse el Rallye para Gap y a los aficionados nos tocaba hacer más kilómetros.
Nuestro Rallye empezaba el jueves, después de llegar al aeropuerto de Marsella bien temprano nos desplazábamos para Gap, arrancando con dificultades por las protestas de los agricultores, algo que ya sabíamos por lo que decidimos hacer todo el camino por carretera nacional.
Llegamos a Gap, recogimos acreditación mientras visitamos el service park vacío de coches, nos ubicamos en nuestro apartamento montañoso situado en Saint-Bonnet-en-Champsaur comimos algo y nos desplazamos para Bayons, con la intención de ver las famosas Tourniquets. Llegamos tres horas antes al inicio de tramo, y para sorpresa no nos dejaban acceder a la zona de curvas, que se sitúa a 1,8 km de la salida del tramo. Después de valorar la situación decidimos emprender nuestra aventura por monte a través. No sin contratiempos y después de más de hora y media conseguimos el objetivo, estábamos en Les Tourniquets. Para sorpresa la seguridad en ese punto dejaba mucho que desear, después de querer bloquear la salida para que no accediera más gente por que decían que estaba colapsado, allí había bastante "barra libre" para los aficionados, para mi sorprendente. Después de haber estado allí dos veces anteriormente, tengo que decir que este año fue en el que más ambiente me encontré, el espectáculo fue increíble, creo que algo nunca visto. Nos marchamos cuando el tramo fue neutralizado por consecuencia de algún desalmado que prendió fuego intencionadamente en el monte, después de tirarse miles y miles de bengalas y fuegos, la fiesta se terminó por un idiota. 
 
Al día siguiente tocaba madrugón, después de dormir apenas 4 horas y nos desplazabamos para el primer tramo del día, el mítico Saint-Leger-Les Melezes / La Batie Neuve. Desechamos la opción de subir al puerto de la Moissiere por falta de tiempo (mala idea) y nos quedamos en la bajada antes de llegar a Ancelle. Una zona rapidísima donde los coches llegan prácticamente al corte en un tobogán impresionante.
Después de ver aquí los Rally1 y los principales WRC2 hasta Jan Solans, nos desplazamos al tercer tramo, a la parte del inicio en la Breole. Una zona en subida con un gancho de derechas bastante húmedo y lento. Llegamos con mucho tiempo y aparcando a pie de tramo prácticamente en los dos tramos.
Después de coger algo para comer, ahora si quisimos subir hasta el Col de la Moissiere, después de que en la primera pasada ahí habían tenido muchos sustos los principales pilotos con las placas de hielo. Como nos suponíamos, todos pasaron con mucha precaución, además de que la pista a estas horas ya no estaba tan delicada como a primera hora de la mañana. Aún así, la pasada arriba del todo es preciosa, y seguía estando muy delicada.
 
 
 
Para cerrar el día nos marchamos a las asistencias, renunciando a ir al último tramo de la jornada, el cuál disfrutamos desde la Fan Zone situada en las asistencias, con mucho público y bien organizada, un acierto. Allí pudimos hablar un poco con los protagonistas españoles, sobre todo con la sensación de la prueba, un Pepe López que se encontraba segundo a sólo un segundo de Gryazin. Por su parte Solans estaba en un claro proceso de aprendizaje, del Rallye pero sobre todo del coche, un Toyota en el que los cuatro pilotos no acababan de encontrar el feeling.
 
Después del madrugón del viernes, para el sábado decidíamos prescindir del primer tramo y saltábamos directos al tercero de la mañana, en la zona de Devoluy. Al contrario que en otras ocasiones estaba todo seco, ni un ápice de nieve en la carretera. La zona que escogimos era una subida estrecha, algo escondida buscando alguna humedad, pero nada de nada, una zona sin más. Después de esto buscamos algo de comida y ya nos tuvimos que mover al primero de la tarde, íbamos a ir a la zona de meta del tramo de Esparron/Oze. Llegamos al cruce final que estaba con muchísima gente y poca posibilidad de movernos, aún así encontramos una ubicación en donde veíamos dos curvas de morder bastante y que estaban muy sucias. Este fué el tramo en el que Sebastien Ogier y Pepe López marcaron sendos scratch en sus categorías, y es cierto que en esa zona fueron los que más fuerte pasaron. Nos marchamos corriendo porque se estaba generando un buen atasco con tanta gente que había en ese acceso, y nosotros queríamos llegar al último tramo de la jornada. Volvimos a Devoluy a la misma zona un poco más arriba, en una horquilla en subida bastante delicada, buena zona pero algo lenta.
 
Nosotros decidimos dormir en la zona de Gap la noche del sábado para el domingo, por lo que nos tocó madrugar el domingo para hacer el desplazamiento largo desde Gap hasta el Col de Turini. Descartamos los dos primeros tramos para así poder llegar a la meta del Rallye situada en el mítico Turini. Este año el tramo acababa unos metros antes de coronar, y allí tenían situado el control horario y el pódium para la entrega de premios, creo que buena idea. Llegamos bastante justos de tiempo, media hora antes de que se iniciase el tramo pero gracias a la acreditación de Alnoco Rallyes y Rallypress pudimos estar en meta dentro. Michelle Mouton una vez como jefe de seguridad estaba allí, al igual que un Cyril Abiteboul que esperaba celebrar la victoria de Thierry Neuville.
Nuestra principal motivación era ver la llegada de Pepe López y David Vázquez que se iban a jugar el Rallye en ese tramo, al que llegaba con 0,9 de ventaja sobre Rossel. Aunque no pudo hacer nada por contener al francés en ese tramo, el Rallye del español fue de sacarse el sombrero, su cara en meta era un poema, pero seguro que con el tiempo cada vez valorará más este fin de semana. 
 
Después del desenlace de los Rally2 llegaban los "mayores". Thierry Neuville conseguía su segunda victoria en el Monte-Carlo, superando claramente el domingo a un Sebastien Ogier que no llegaba con buena cara, después de una semana difícil por la muerte de su tío, su gran impulsor en sus inicios en la competición. Neuville estaba exultante, aunque echamos de menos un poco más de celebración en global por parte de todas las partes, un Monte-Carlo debería tener algo más. 
Después del Turini nos marchamos para Mónaco con la intención de ver la entrega de premios, aunque nos fue imposible. Finalmente nos dimos el tradicional paseo por el circuito de F1 y nos marchamos a Niza, que era donde teníamos el hotel para esa noche, ya que teníamos el vuelo de vuelta el lunes de mañana.
 
En resumen, ciertamente iba con pocas expectativas del Rallye, debido a la pobre inscripción entre los Rally1 y la falta total de nieve. Pero la realidad es que el Rallye fue mucho mejor que el año anterior, y el volver a Gap me parece un acierto total, aunque para los aficionados suponga un desplazamiento mayor. El WRC no pasa por buen momento y se espera que siga habiendo cambios, pero lo cierto es que este Rallye para mi fue muy entretenido.
 
Borja Romero.