Cuando todo parecía atado para que Thierry Neuville y Martjin Wydaeghe levantases su primer título del Campeonato del Mundo de Rallyes de la FIA, los belgas parecen empeñados en ponerle emoción a este final de temporada, finalizando la jornada del viernes en Japón a casi 8 minutos del liderato.
Y eso que los Hyundai de Neuville y Tänak comenzaban la mañana marcando el ritmo, sin embargo, mientras el piloto estonio mantenía alto el ánimo de Hyundai, Neuville comenzaba a ver como su primer título en el WRC podría esfumarse, ya que en el TC-4, la especial de Shinshiro, su i20 N Rally1 HYBRID sufría un repentino fallo eléctrico, reduciendo severamente su potencia, cediendo 40 segundos en ese tramo, pero que se convertirían en casi ocho minutos al finalizar el día.
Sin asistencia al mediodía y con pocas piezas de repuesto disponibles, Neuville y su copiloto Martijn Wydaeghe se enfrentaron a la dura tarea de sacar adelante su coche en otros cinco tramos de asfalto, perdiendo más de siete minutos y cayendo hasta la 15ª posición de la general. Ahora, Thierry y Martjin tienen ante sí una montaña que escalar para volver a una posición en la que puedan sumar puntos, ya que necesitan sumar 6 para garantizarse su primer título mundial.
Con Neuville fuera de la pelea por la victoria en el Rallye de Japón, Ott Tänak y Elfyn Evans serán los encargados ahora de batallar por subirse al escalón más alto en la última cita de la temporada 2025. El campeón de 2019 se enfrentó inicialmente a la presión del piloto galés Elfyn Evans, que consiguió un escaso liderato de 0,7 segundos a mitad de carrera. Pero para las especiales de la tarde, Tänak tenía reservada una lección magistral sobre las complicadas especiales niponas.
Sin nada que perder, el estonio adoptó un planteamiento a toda velocidad que, no sólo mantiene vivas sus opciones de campeonato, sino que también reforzó la apuesta de Hyundai por defenderse de Toyota GAZOO Racing en la lucha por la corona de constructores.
Una corona en la que Hyundai jugaba con Andreas Mikkelsen, pero el piloto noruego sufría un golpe contra un árbol en el TC-5. La salida de pista de Mikkelsen provocó un retraso y obligó a que el TC-7, la segunda pasada a la especial de Shinshiro, se desarrollara con poca luz. Esto jugaba a favor de Adrien Fourmaux, cuya previsión de instalar luces auxiliares en su Ford Puma Rally1 HYBRID dio sus frutos.
El francés aprovechó los problemas de visibilidad de Takamoto Katsuta para hacerse con la tercera posición de la general, terminando el día una décima por delante del piloto japonés pero por detrás de Evans por más de 1 minuto 30 segundos.
Por su parte Sébastien Ogier terminaba la jornada en quinta posición. El piloto francés tampoco escapaba a los problemas en esta última cita de la temporada y perdía casi dos minutos por un cambio de rueda en el TC-2. Grégoire Munster le siguió en sexta posición con su M-Sport Puma, mientras que el líder del WRC2 Nikolay Gryazin ocupó la séptima plaza.
Alberto Novoa