
Elfyn Evans conseguía con el Ford Fiesta WRC de M-Sport su primera victoria en el Campeonato del Mundo FIA de Rallyes, cimentada desde el primer día de carrera y después de ser líderes desde el segundo de los 21 tramos disputados. No obstante, su triunfo quedaba un poco eclipsado por el quinto título mundial consecutivo de pilotos y copilotos logrado por los franceses Sébastien Ogier y Julien Ingrassia, que además aseguraban en esta penúltima prueba de la temporada otro título más, el de Constructores, que es para el equipo M-Sport World Rally Team, por primera vez en su historia, si bien utilizan coches bautizados como Ford.